Introduzione. -- I. I bordi sguardo. -- II. La visione interiorizzata. -- III. Dietro lo sguardo. -- IV. Vedere l'indistinto. -- V. Lo sguardo concentrico. -- Bibliografia. -- Indice dei nomi.

"Al sujeto que contempla un cuadro se le hace creer que la principal herramienta de un pintor es su mano, más que su ojo. En realidad, es con la mirada con la que el pintor trabaja casi incesantemente y, en cualquier caso, durante un tiempo incomparablemente más largo que con los pinceles en la mano. El pintor conoce el ojo mejor que nadie, porque incluso cuando no pinta con las manos sigue pintando con la mirada, identificando en todas las cosas que observa las cualidades formales que luego servirán para configurar su imagen en el lienzo. Para adquirir esta capacidad, el pintor debe crear su mirada, del mismo modo que el cantante crea su voz, mediante una larga práctica. El pintor mientras pinta no es más que un ojo capaz de ver dentro de su ver. Desde su primera aparición en la historia de la humanidad, la imagen pintada, además de representar contenidos icónicos, simbólicos y expresivos, siempre ha revelado, de diferentes maneras, los enigmas de la visión humana: el ojo nunca ve nada, no ve nunca todo, pero siempre ve mucho más de lo que parece. La intención de este texto es llevar al lector a mirar las cosas a través de los ojos de los pintores, para no sólo hacerle comprender mejor su poética personal, sino también permitirle tener la experiencia de ver a través de la imagen pintada esos aspectos y propiedades que normalmente no ve en absoluto o que no sabe que pueden encontrarse en esas cosas." -- cont.