Exposición permanente del Museo del Traje: elementos museográficos

El Museo del Traje: breve presentación / Andrés Carretero Pérez --
Una visión global sobre aspectos de conservación, restauración y montaje / Carmen Pérez de Andrés -- El área de la museografía complementaria para indumentaria del Museo del Traje / Lucina Llorente Llorente -- Medios interactivos y audiovisuales. Una realidad en el Museo del Traje / Jesús García Navarro, Alicia Gómez Gómez -- http://museodeltraje.mcu.es / Carmen González Rodao -- Un museo para todos: diseño del área tiflológica en el Museo del Traje / Lucina Llorente Llorente, Paula Paredes Menéndez y Juan Antonio Rodríguez Menéndez -- Difusión en el Museo del Traje / Mara Canela Fraile

Exposición permanente del Museo del Traje: contenidos históricos

Apuntes de moda desde la prehistoria hasta época moderna / Amalia Descalzo Lorenzo -- La moda en España durante el siglo XVIII / Amelia Leira Sánchez -- Indumentaria en España: el periodo isabelino (1830-1868) / Pablo Pena González -- Algunas consideraciones sobre la moda en la Belle Époque / Mercedes Pasalodos Salgado -- Mariano Fortuny y Madrazo. Vestidos y tejidos de la colección del Museo del Traje / Mª del Mar Nicolás Martínez -- El reinado de la Alta Costura: la moda de la primera mitad del siglo XX / Isabel Vaquero Argüelles -- Modas recientes (1960-...). Una sinopsis/crónica apresurada / Lola Gavarrón Casado

El Museo del Traje viene a ser un museo que renace inesperadamente después de casi
ochenta años. En 1925 algunos intelectuales soñaron que la “Exposición del Traje
Regional”, muestra temporal instalada en el Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid,
podía convertirse en un museo permanente; museo que, de hecho, se creó en 1927 con
el nombre de Museo del Traje Regional e Histórico.
Sin embargo, a pesar del éxito de la exposición temporal, nadie creyó en el nuevo
Museo, que no abrió nunca al público; de hecho ni siquiera llegó a tener sede estable, y
acabó finalmente integrado en el Museo del Pueblo Español (1934).
Y habrá que esperar a 2004 para que se vuelva a plantear la necesidad de creación de
un Museo del Traje, no de recuperación de la vieja institución, apenas recordada ya por
los eruditos, sino de un nuevo museo de la moda, del museo que el diseño de moda,
pujante en nuestro país, reclamaba.
“La moda entra en el Museo” podría ser el slogan y, efectivamente, lo que en 1927 se
vio como algo estrafalario y de escaso interés, ahora, tres generaciones después, resulta
normal y aplaudible en sectores intelectuales mucho más amplios. El concepto de patrimonio cultural ha ido abriéndose paso a lo largo de todo el siglo XX, superando los más
elementales de patrimonio artístico o patrimonio histórico, para englobar facetas cada
vez más diversas y enriquecer la perspectiva con la que nos acercamos a la percepción
cultural de nuestra vida, presente y pasada.
El diseño, y en particular el diseño de moda, tienen un peso mayor cada vez en nuestra vida cotidiana y era inevitable que reconociéramos sus connotaciones culturales, ya
que, como dice el preámbulo de la ley de Patrimonio Histórico Español de 1985, “su
valor lo proporciona la estima que, como elemento de identidad cultural, merece a la
sensibilidad de los ciudadanos. Porque los bienes que lo integran se han convertido en
patrimoniales debido exclusivamente a la acción social que cumplen, directamente derivada del aprecio con que los mismos ciudadanos los han ido revalorizando”.
Más allá de la aparente frivolidad con que todavía es frecuente que se considere el vestido, el Museo muestra las muchas facetas desde las que podemos estudiarlo. En su
exposición y actividades se revisan los aspectos históricos, sociales, técnicos, económicos, estéticos, etc., etc., de la indumentaria, y se aúnan los enfoques de las múltiples disciplinas que, a veces casi de manera invisible, se ocupan de su análisis.
La Revista del Museo del Traje es un paso más en este camino.
Si el Museo plantea diversas actividades de divulgación para quienes desean acercarse
al estudio de la indumentaria, la revista quiere convertirse en el órgano de expresión del
Museo y en un foro especializado de reflexión para todos los interesados en el análisis y
descripción de la historia de la indumentaria, en la evaluación de los potenciales estéticos o económicos del diseño de moda, o en la reflexión sobre los contenidos sociales y
culturales del traje.
Por ello, aunque este primer número de presentación de la institución y su actual
Exposición Permanente tienen una estructura particular, la revista contará de forma
regular con dos secciones básicas: la dedicada al Museo, sus actividades, noticias y colecciones; y la dedicada a las colaboraciones de estudiosos ajenos a la propia institución.
Desde aquí invitamos a todos los interesados a colaborar, en la seguridad de que la respuesta será tan positiva y de calidad como lo ha sido en el resto de las actividades de la
institución.